Este es el documento realizado por la FAO, que describe las normas para las BPA en la producción pecuaria ganadera con énfasis en lechería:
1.
Sanidad animal
Esta ficha describe
las buenas prácticas agrícolas (BPA)
para asegurar que los animales que
producen leche están sanos y que existe un programa efectivo de sanidad animal.
Las BPA
pueden ser reemplazadas por los requisitos nacionales, internacionales o por las exigencias del mercado, en
muchos de los países productores de leche.
Las BPA para
la sanidad animal están expuestas
bajo los siguientes encabezados:
1.1 Prevenir
la introducción de enfermedades en la explotación
1.2 Disponer
de un programa eficaz de gestión de sanitaria del rebaño
1.3 utilizar
los medicamentos tal y como son
prescritos por el veterinario o según las indicaciones que figuran en la etiqueta
1.4 Formar adecuadamente al personal
1.1 Prevenir la introducción de enfermedades en la explotación.
1.1.1
Adquirir sólo animales de los que se conozca su
situación con respecto al
enfermedades y controlar su entrada a la explotación
La forma más efectiva
de prevenir la propagación de
enfermedades contagiosas es mantener
un rebaño cerrado. Esto significa que no entren
en el rebaño animales del
exterior, y que
animales que ya no pertenecen al
rebaño puedan volver a entrar. En la práctica esto es difícil de conseguir,
por lo que es esencial mantener un
estricto control de cualquier
entrada de animales. El riesgo de
enfermedades también puede verse
incrementado cuando los animales comparten pastos o instalaciones.
Antes de su
introducción en la explotación,
todos los animales deberán ser examinados
para detectar enfermedades, especialmente aquellas que son comunes en la región
de origen o en la nueva
localización. Esto significa que cada animal debe tener:
·
Un
sistema de identificación que permita su trazabilidad desde su origen (desde el nacimiento hasta la muerte), y
·
Algún tipo de declaración del
vendedor en la que se detalle la situación sanitaria del rebaño y cualquier tratamiento/vacunas, etc., que
se haya llevado o se esté llevando a
cabo (esto significa que los potenciales vendedores de ganado deben mantener los registros adecuados y
permanentes de las enfermedades y de sus tratamientos).
Si la situación sanitaria es desconocida, el
ganado que va a incorporarse a la explotación
debe ser mantenido en cuarentena, separado del rebaño ya existente y durante el periodo
de tiempo conveniente. Mantener todos los registros de los movimientos de
entrada y salida de los animales de la explotación.
1.1.2
Asegurarse de que con el transporte de los
animales, desde y hacia la explotación,
no se introducen enfermedades
Los
potenciales compradores de ganado vivo deberán
siempre informarse y ser advertidos de
si los animales tienen alguna enfermedad o dolencia. Es preferible no
transportar ningún animal que esté enfermo. El sacrificio de cualquier animal,
en caso de ser requerido, deberá
llevarse a cabo por personal debidamente capacitado o por un veterinario. todos los animales
muertos deberán ser enterrados o eliminados de
acuerdo con las normativas legales.
La
manipulación de los animales muertos deberá ser hecha de forma que se minimice el riesgo de propagación de enfermedades.
Por ejemplo, los vehículos de transporte no deberán recoger ganado muerto o enfermo en una explotación y después
repetir esta misma operación en otra
explotación sin tomar las medidas
apropiadas para minimizar el riesgo
de propagar enfermedades.
1.1.3 Tener cerramientos/barreras seguras
Tener controlados, de forma adecuada, a los animales para asegurarse de que no existe
el riesgo de propagación de enfermedades entre y dentro de las explotaciones.
1.1.4 Si es posible, limitar el
acceso de personas y animales silvestres a la
explotación
Las personas (y los vehículos) que van de una
explotación a otra pueden propagar
enfermedades entre las explotaciones. se deberá restringir el acceso a los casos "indispensables" y se
implantarán procesos adecuados para minimizar el riesgo de propagación de enfermedades (por ejemplo preservar de contaminación fecal los neumáticos de los vehículos cisterna o de los vehículos de
transporte de ganado).
Utilizar protectores
de calzado y batas que cubran la vestimenta
de los visitantes y mantener los
registros adecuados de todas las visitas.
Las enfermedades pueden propagarse hacia fuera
o hacia dentro de la explotación por
las personas y por los animales silvestres.
1.1.5 Disponer de un programa de control de plagas
Asegurarse de
que en aquellas áreas en las que las plagas
pueden introducir enfermedades existen
controles adecuados. (por ejemplo: en la plaza
de ordeño, en el almacén de
alimentos, en los establos). se consideran también plagas los animales silvestres, así como los
roedores, insectos y pájaros.
1.1.6 Utilizar solamente equipos limpios y de origen conocido
Asegurarse de que todo el equipo está limpio y que se conoce su procedencia y la forma de su
utilización. Extremar los cuidados cuando se comparta o se preste equipamiento.
1.2 Disponer de un programa eficaz de gestión sanitaria del rebaño
1.2.1 Utilizar un sistema de
identificación que permita que los animales
sean identificados individualmente, desde su nacimiento hasta su muerte.
Las vacas
deben ser fácilmente identificadas por todas las
personas que están en contacto
con ellas. Los sistemas utilizados deben ser permanentes y únicos, permitiendo una identificación individual
de los animales, desde el nacimiento hasta la
muerte. Entre los sistemas de
identificación se incluyen, por ejemplo: etiquetas en las orejas, tatuajes,
microchips, etc.
1.2.2 Desarrollar un programa
eficaz de gestión sanitaria del rebaño, centrado en la prevención, que cubra las necesidades de la explotación así
como los requisitos regionales y
nacionales.
Los programas
de gestión sanitaria del rebaño deben contener planes de tratamiento para hacer frente a las enfermedades, así como un plan de prevención. Este último
deberá contemplar todos los aspectos de una producción higiénica de leche, así como incluir todas las prácticas de gestión de la explotación.
En donde existan vacunas eficaces se pueden utilizar
para incrementar la resistencia a las
enfermedades.
También pueden ser necesarios tratamientos profilácticos como medida de
protección en aquellos lugares en donde no es viable una estrategia alternativa.
Desarrollar tratamientos sanitarios para el rebaño,
consultando a personas debidamente
preparadas para ello, tales como los veterinarios.
1.2.3 Revisar regularmente a los animales para
detectar presencia de enfermedades
Observar
regularmente a todos los animales y utilizar métodos para ayudar a
la detección de enfermedades
y elaborar el diagnóstico adecuado de enfermedades
contagiosas.
Algunas herramientas útiles pueden ser: los termómetros rectales, observación del movimiento de los animales y de su
condición física, examinar la primera leche.
Muchas enfermedades están asociadas al ciclo de reproducción,
durante el cual deberá observarse a los animales
y del que se deberán mantener
los registros detallados.
Se deberán investigar las cojeras
para determinar las causas subyacentes, con el fin de tratar
adecuadamente a los animales y prevenir nuevos
casos.
1.2.4 Los animales enfermos deben
ser atendidos rápida y adecuadamente
Tratar todas las enfermedades, lesiones y salud
debilitada por medio de métodos aprobados y después de un
diagnóstico exacto. tratar convenientemente a los animales enfermos para reducir al mínimo la duración de la enfermedad
y la fuente del agente patógeno.
1.2.5 Mantener aislados a los animales enfermos y
separar la leche procedente de
animales enfermos o en tratamiento
Para minimizar
el riesgo de propagación de enfermedades dentro de las instalaciones, se
debe mantener aislados a los animales enfermos del resto del rebaño. Seguir los procedimientos adecuados para separar
la leche procedente de animales
enfermos y de animales en
tratamiento (por ejemplo: en cubos o contenedores separados), y si es posible, asignarles instalaciones separadas.
1.2.6 Mantener registros escritos de todos los
tratamientos e identificar adecuadamente
a los animales en tratamiento
Es importante
que todo personal externo (por ejemplo los veterinarios) y otras personas involucradas en el cuidado
diario del rebaño en la explotación
estén informados de los tratamientos
a los que se ha sometido o que están
recibiendo las vacas. Establecer un sistema apropiado para identificar
fácilmente a los animales bajo tratamiento. (por ejemplo: pintar las ubres de aquellos
animales con mamitis).
1.2.7
Combatir las enfermedades animales que puedan
afectar a la salud pública (zoonosis)
Mantener las zoonosis a un nivel tal que no
se ponga en riesgo la salud
de las personas. Evitar la transmisión directa mediante prácticas
de gestión adecuadas y prevenir la contaminación de la leche.
1.3 Utilizar los medicamentos tal como son prescritos por el veterinario o según las indicaciones que figuran en la etiqueta
1.3.1 Utilizar los productos
químicos de acuerdo con las indicaciones, calcular las dosis cuidadosamente y observar rigurosamente los periodos
de espera
Los residuos de
cualquier producto químico administrado a los animales son susceptibles de llegar al
mercado a través de la leche. Los
ganaderos deben gestionar su uso para prevenir:
·
La presencia en la leche de residuos químicos inaceptables,
·
El efecto nocivo de dichas sustancias en la salud
animal y productividad de los
animales.
Se deberá
estar informado de todos los productos químicos que pueden dejar residuos en la leche. Entre estos productos pueden incluirse: detergentes, desinfectantes, antiparasitarios,
antibióticos, herbicidas, pesticidas y fungicidas.
El ganadero debe:
·
utilizar los productos
químicos sólo para el objetivo para el que están aprobados. No se deberá tratar nunca a las vacas en lactación con productos veterinarios que no
estén recomendados para vacas en producción de leche, destinada a su
transformación, o para cualquier otro uso para el consumo humano.
·
Leer la etiqueta. Esta debe contener toda la información sobre la utilización,
legal e inofensiva, de la substancia química,
·
seguir
las indicaciones que se dan en la etiqueta
y cualquier dato químico o
evaluación de riesgos.
·
Observar
los periodos de espera (tiempo mínimo en
que la leche no debe ser vendida
para el consumo humano después del empleo de substancias químicas).
1.3.2 Utilizar los medicamentos
veterinarios, siguiendo la prescripción del veterinario y observar los periodos de espera especificados
Nota: Los medicamentos veterinarios
son los productos químicos y biológicos que
se venden para los tratamientos de los animales, seguros y de eficacia probada, comprobados por organismos
independientes como productos adecuados para
esos fines. Para la adquisición de estos medicamentos y para confirmar
que su uso es el adecuado, se puede
requerir la prescripción de un veterinario.
Sólo se
deberán utilizar los medicamentos para los tratamientos de los animales bajo
prescripción veterinaria. utilizar solamente medicamentos aprobados, en las dosis
recomendadas y seguir los regímenes del tratamiento de acuerdo a lo indicado en la etiqueta o de acuerdo a lo
recomendado por el veterinario. un uso de medicamentos distinto al recomendado en su etiqueta está
calificado como "utilización no indicada en la
etiqueta" y puede implicar un incremento del tiempo de espera para la utilización de la leche. En el
caso de que dicho uso sea esencial
para el tratamiento de ciertas
condiciones particulares, sólo podrá llevarse a cabo bajo estricta supervisión veterinaria
y de conformidad con la legislación
nacional/regional vigente.
Todos los
medicamentos veterinarios y productos químicos destinados al tratamiento de animales productores de alimentos
deben tener en la etiqueta la indicación del periodo de retención o espera. si no se siguen estrictamente dichas indicaciones el periodo de espera no será valido.
1.3.3
Almacenar de forma segura los productos
químicos y los medicamentos, y
eliminarlos de manera responsable
Almacenar los
productos químicos y los medicamentos veterinarios de forma segura para
garantizar que no son utilizados
indebidamente o que pueden contaminar
accidentalmente la leche y los
alimentos. se deberá también eliminar estos productos de forma que no contaminen
a los animales de la explotación ni
al medio ambiente.
1.4 Formar adecuadamente al personal
1.4.1 Disponer de procedimientos
escritos para la detección y manejo de animales
enfermos y para la utilización de los productos químicos veterinarios
Es importante
asegurar un enfoque coherente respecto a la
sanidad del rebaño. Las
personas necesitan ser sensibilizadas sobre la
estrategia de sanidad animal que se
sigue en la explotación y comprenderla.
Una buena
práctica es tener por escrito los procedimientos sobre la forma de desarrollar
las tareas de manera controlada y periódica. Éstas deberán cubrir todos los requisitos para llevar a cabo las tareas, incluyendo los detalles del
proceso, el equipo y materiales, así
como cualquier riesgo o problemas de seguridad
significativos.
1.4.2
Asegurarse de que todo el personal está
suficientemente capacitado para
desarrollar sus tareas
La formación
es un proceso permanente, y todas las personas deben recibir una formación continua. El personal debe
ser competente para comprender la racionalidad de las medidas adoptadas. Este proceso debe también ayudar a
controlar los procedimientos y a
suministrar la retroinformación para
una mejora continua. Se debe
identificar quién es la persona
responsable, en concreto, de cada una de las acciones.
1.4.3 Seleccionar fuentes competentes para el
asesoramiento e intervenciones
Seleccionar profesionales competentes/registrados, para llevar a cabo los tratamientos, etc. Buscar asesoramiento sólo de fuentes o personas adecuadamente cualificadas.
2. Higiene en el ordeño
El ordeño es la actividad más importante en la explotación lechera. Los consumidores exigen normas rigurosas para
calidad de la leche, por eso, la gestión de ordeño debe estar dirigida a reducir al mínimo la contaminación microbiana, química y
física. La gestión de ordeño cubre
todos los aspectos del proceso de obtención de la leche de las vacas
de manera rápida y eficaz, al tiempo que se asegura la salud de las vacas
y la
calidad de la leche.
La aplicación constante, día a
día, de procedimientos adecuados de ordeño es
un elemento muy importante de las buenas
prácticas agrícolas (BPA) relativas al ordeño.
Esta ficha describe las BPA para asegurar que la leche
es recogida y almacenada en
adecuadas condiciones higiénicas, y que el equipo utilizado para el ordeño y
para el almacenamiento de la leche recibe el mantenimiento debido.
Las BPA sugeridas para la higiene
del ordeño quedan expuestas bajo los siguientes encabezados:
2.1 Asegurar que con las rutinas de ordeño no se
lesiona a las vacas ni se introducen contaminantes en la leche.
2.2 Asegurar
que el ordeño se lleva a cabo en condiciones higiénicas
2.3. Asegurar
que después del ordeño la leche es
manipulada adecuadamente

Nota: Estas BPA no cubren el ordeño automático, para el
cual la IDF ha publicado un "Código de Buenas Prácticas de
Higiene para el Ordeño con sistemas Automáticos de Ordeño", Boletín IDF nº
386/2004, ISSN 0250-5118.
2.1 Asegurar que con las rutinas de ordeño no se lesiona a las vacas ni se introducen contaminantes en la leche
2.1.1 Identificar de forma única e
individual a cada animal
Las vacas
deben ser fácilmente identificables por todas las
personas que están en
contacto con ellas. Los sistemas utilizados deben ser permanentes y únicos, permitiendo así la identificación de cada animal, desde su nacimiento hasta su muerte.
Determinadas
vacas tendrán que ser identificadas adicionalmente por razones específicas (por ejemplo: en ordeño, secas, en
tratamiento, con leche anormal por
enfermedad o tratamientos, por ejemplo con antibióticos)
2.1.2 Asegurar la preparación
adecuada de las ubres para el ordeño
Sólo se deberá
ordeñar vacas con pezones secos y limpios:
·
Lavar y secar los pezones
·
secar las ubres y pezones antes del
ordeño
·
tener agua limpia disponible
durante todo el tiempo del ordeño
Examinar las
ubres y los pezones para detectar cualquier alteración (por ejemplo: mamitis clínica). Antes de
ordeñar a las vacas se deberá
extraer la primera leche para comprobar cualquier anormalidad.
2.1.3 Asegurar el establecimiento
de una rutina de ordeño
Asegurar el respeto de buenas técnicas de ordeño: técnicas
incorrectas pueden dar como
resultado un riesgo mayor de
lesiones y de mamitis.
La técnica
correcta es:
·
Preparar bien a las vacas antes del ordeño,
·
Evitar la entrada innecesaria de aire al conectar
la copa (en caso de su utilización),
·
Evitar un ordeño excesivo,
·
Retirar las copas suavemente (en caso de su utilización).
2.1.4 Separar la leche procedente de animales
enfermos o en tratamiento
Las vacas cuya
leche no sea apta para el consumo
humano deben ser ordeñadas al final
o con un sistema preparado y separado al efecto. se deberá desechar la leche
no apta, de forma adecuada según el riesgo que suponga.
2.1.5 Asegurar que el equipo de
ordeño está correctamente instalado y recibe
el mantenimiento adecuado
Antes de iniciar el ordeño asegurarse de que el equipo está limpio. si se utiliza un equipo móvil, la limpieza deberá hacerse entre cada dos ordeños.
Deberán
seguirse las recomendaciones
nacionales, regionales o locales y las
recomendaciones de los fabricantes para la construcción,
instalación, funcionamiento y
mantenimiento del equipo de ordeño. seguir las
instrucciones de los fabricantes para
el empleo de agentes de limpieza y desinfectantes en el equipo de
ordeño. Los materiales utilizados
en el equipo de ordeño que entren en contacto con la leche y con los líquidos
de limpieza y desinfectantes deben estar hechos de materiales adecuadamente resistentes y no deberán afectar a la leche.
La soluciones de limpieza y desinfección deben ser elegidas y
utilizadas de forma que no provoquen un efecto negativo sobre la leche.
Seguir las instrucciones de los fabricantes al
utilizar productos químicos, pesticidas o
productos para la limpieza en las plazas de ordeño y en la lechería. Almacenar
separadamente y bajo llave todos los productos químicos
que no estén siendo utilizados. todos los productos químicos y
métodos para el control de pájaros, parásitos e insectos deben estar aprobados para el uso al que se les destina.
2.1.6 Asegurar un suministro suficiente de agua limpia.
Un suficiente suministro de agua limpia debe estar disponible para las operaciones de ordeño y para la limpieza
del equipo que entra en contacto con la leche.
2.2 Asegurar que el ordeño se lleva a cabo en condiciones higiénicas
2.2.1 Asegurar que el entorno del
establo está siempre limpio
Se deben mantener siempre normas rigurosas de limpieza en los establos. El área
del establo debe:
·
Estar
diseñada para proporcionar un buen drenaje y ventilación, y para evitar cualquier lesión a los animales
·
Tener una dimensión adecuada
y adaptada al tamaño del animal
Todas las plazas
y áreas de reposo deben mantenerse limpias y secas, con lechos adecuados. se deberán limpiar regularmente los pasillos
para retirar el estiércol.
2.2.2 Asegurar que el área de
ordeño está siempre limpia
El área de
ordeño debe estar diseñada para permitir su limpieza. Debe:
·
Ser fácil de limpiar,
·
Disponer de suministro de agua limpia
·
Tener instalación para la manipulación de desperdicios,
·
Disponer de suficiente luz y regulación de temperatura
Construir el área de espera de forma que permita mantener unas
condiciones rigurosas de limpieza
2.2.3 Asegurarse de que las
personas que realizan el ordeño siguen reglas básicas de higiene
El personal
que realiza el ordeño debe:
·
Usar ropa limpia y apropiada
·
Mantener las manos y brazos limpios, especialmente
durante el ordeño
·
Cubrirse cortes o heridas
·
No tener ninguna enfermedad contagiosa
2.3 Asegurar que después del ordeño la leche es manipulada adecuadamente
2.3.1 Asegurarse de que el enfriamiento de la leche
se hace en el tiempo especificado
Enfriar la leche después del ordeño, a la temperatura de almacenamiento
requerida, tan pronto como sea posible y dentro del tiempo
especificado. Los tiempos de enfriamiento
y las temperaturas de almacenamiento deben ajustarse a los límites establecidos
en la
legislación nacional.
2.3.2 Asegurarse de que el área de
almacenamiento de la leche está limpia y ordenada
Debe almacenarse la leche
fuera del área de ordeño. El área de almacenamiento de la leche debe:
·
Estar limpia y libre de
desperdicios, libre de cualquier
producto o substancia química que no sea de uso constante y libre de
alimentos para el ganado,
·
Tener una instalación para el
lavado y secado de manos,
·
Ser fácil de limpiar y tener
un sistema de control de plagas.
2.3.3 Asegurarse de que el equipo para el
almacenamiento de la leche es el adecuado
para mantener la leche a la temperatura especificada
Asegurarse de que el equipo de almacenamiento de la leche
se limpia antes de cada uso. Es
preferible hacer esta limpieza inmediatamente después de la recogida de la leche.
El equipo de
almacenamiento debe tener capacidad para mantener la leche a la temperatura requerida hasta el momento
de la recogida y estar construido
con materiales que no contaminen la leche.
Los tanques
deben estar construidos de acuerdo con normas reconocidas y los sistemas de refrigeración deben tener
programas de mantenimiento y servicio para prevenir
fallos. Los tanques deben estar equipados con un termómetro para controlar la
temperatura de la leche y se deben
tener los registros apropiados de la temperatura de almacenamiento. Asegurarse de que todo
el equipo funciona adecuadamente.
2.3.4 Asegurarse de que el acceso
para la recogida de la leche esté libre de obstáculos
Se debe tener un acceso al área de almacenamiento libre de
obstáculos, que permita una recogida
segura de la leche. El acceso al área de recogida de leche no se debe cruzar con los caminos utilizados por los animales.
3. Alimentación y suministro de agua para los animales
La salud y
productividad animal, junto con la salubridad
y calidad de la leche, dependen de la calidad y de la gestión
de los alimentos y del agua. La calidad de la
leche también puede verse
afectada negativamente por la calidad
del agua utilizada para la limpieza del equipo y del área de ordeño.
si el agua está contaminada, los contaminantes
pueden perjudicar la salubridad
y calidad de la leche.
Esta ficha describe las buenas prácticas agrícolas (BPA) para gestionar la inocuidad de la alimentación y
el suministro de agua al rebaño. Las BPA sugeridas quedan expuestas bajo los siguientes encabezados:
3.1 Asegurarse
de que los alimentos y el agua para los animales son de la calidad adecuada.
3.2 Controlar las condiciones de almacenamiento de los alimentos para el ganado
3.3 Asegurar
la trazabilidad de los alimentos
adquiridos fuera de la explotación.
3.1 Asegurarse de que los alimentos y el agua para los animales son de la calidad adecuada
3.1.1 Asegurarse de que se satisfacen las necesidades
nutricionales de los animales
Diariamente
se debe proporcionar suficiente alimento y agua a los animales, de acuerdo con sus necesidades fisiológicas.
La calidad y cantidad del alimento, incluyendo la fibra apropiada,
debe estar en función de la edad,
peso corporal, estado de lactación, nivel de
producción, crecimiento, preñez, actividad física y clima.
3.1.2
Asegurarse
de que los suministros de agua son de buena calidad, y que son controlados y mantenidos regularmente
Mantener
cercados los recintos de almacenamiento de agua para protegerlos de cualquier contaminación accidental.
Los abrevaderos deben estar limpios y libres
de desperdicios.
Muchos
contaminantes pueden encontrarse en el agua de abastecimiento y si se aclara el equipo de ordeño con agua contaminada
puede amenazar la salud y seguridad
de las personas y del ganado. Entre
los contaminantes más comunes se incluyen microorganismos patógenos (p.e. la bacteria E.coli), productos químicos
como pesticidas, petróleo y disolventes y nitratos.
3.1.3
Utilizar equipos diferentes para la
manipulación de productos químicos y
alimentos
No se
utilizará nunca el equipo o las instalaciones
destinadas a uso lechero para mezclar
productos químicos o productos veterinarios. Los residuos podrían permanecer en el equipo y provocar una contaminación a
través de los vertidos, dispersión en el aire
y efectos de fondo en los sifones, etc.
3.1.4 Asegurarse de que se utilizan
adecuadamente los productos químicos en los
pastos y cultivos forrajeros
Mantener
rigurosos registros de todas las aplicaciones
de productos químicos a cultivos
forrajeros y pastos y asegurarse de que los periodos de espera son observados rigurosamente. seguir siempre las indicaciones de la etiqueta
para las medidas de aplicación y periodos de espera.
Anotar y observar los intervalos de tiempo de
espera antes de permitir el acceso de los animales al pastoreo en campos
tratados. Ajustarse a un número de
días antes de la recolección de
campos de forraje.
Verificar en
los pastos signos de presencia de pesticidas. Buscar síntomas de lesiones por herbicidas en las plantas
forrajeras. si se comprueban estos síntomas, llevar
a cabo una investigación más
profunda antes de autorizar su aprovechamiento por los animales.
Estar alerta sobre el potencial riesgo de restos de pulverización de
pesticidas cuando se hayan aplicado
productos químicos agrícolas. Esto es aplicable también con respecto a las explotaciones vecinas. Adoptar las precauciones adecuadas antes de
permitir que el ganado beba agua
después de las pulverizaciones.
Investigar la utilización pasada y presente de
productos químicos en la explotación
y en las explotaciones circundantes,
ya que los restos de pulverizaciones pueden ser una fuente potencial de residuos. En el
momento de comprar tierras de pasto o de cultivo,
obtener siempre la información sobre
su historia en relación con la utilización de productos químicos o realizar análisis
de suelo/plantas si fuese necesario.
3.1.5
Utilizar solamente productos químicos
autorizados para el tratamiento de
alimentos para animales o sus componentes y observar los periodos de espera
Utilizar
solamente productos químicos autorizados y manipularlos de forma que se evite cualquier introducción
involuntaria de los mismos en el agua y en los alimentos y, por
consiguiente, en la leche.
Utilizar los
productos químicos de acuerdo con las especificaciones de los fabricantes. Comprobar en las etiquetas
que todas las sustancias que se van a
utilizar en el entorno o sobre los
alimentos del ganado o en los pastos son compatibles con animales productores de alimentos, que indican los periodos de
espera para la leche y las dosis adecuadas de aplicación y las
concentraciones de los productos.
Los periodos
de espera también son aplicables a pastos, a los cultivos forrájeros y a los granos almacenados si éstos han sido
tratados con productos químicos agrícolas. En
este caso, el periodo de espera es el periodo mínimo de tiempo que debe transcurrir entre el tratamiento de los pastos, cultivos y
granos y el momento de su aprovechamiento,
recolección o para la alimentación
del rebaño. Los periodos de espera pueden ser
diferentes si el cultivo también está destinado al consumo humano.
3.2 Controlar las condiciones de almacenamiento de los alimentos para el ganado
3.2.1 Separar los alimentos destinados para especies
diferentes
Ninguna materia animal deberá ser incluida en las raciones de alimento para el ganado. se deberán observar las
reglamentaciones nacionales.
3.2.2 Asegurarse de que las
condiciones de almacenamiento son adecuadas para evitar la contaminación de los alimentos para el ganado
Asegurarse de
que los alimentos no pueden entrar
en contacto con contaminantes en las áreas en las que dichos productos son
mezclados y almacenados. Estas áreas deben
estar bien ventiladas ya que
pueden despedir emanaciones tóxicas. Asegurarse de que el alimento para el ganado está protegido contra la contaminación. Almacenar y manipular adecuadamente los pesticidas,
semillas tratadas, piensos medicados y fertilizantes.
Almacenar los herbicidas separándolos de otros productos químicos,
fertilizantes y semillas.
Implantar un programa adecuado de lucha contra los
parásitos para los alimentos
almacenados.
Eh heno y los alimentos secos deben estar protegidos
de entornos húmedos. El ensilaje y
otros productos vegetales fermentados deben mantenerse en condiciones herméticas.
3.2.3 Rechazar alimentos enmohecidos
Evitar
cualquier alimento enmohecido en la alimentación
de vacas en lactacion (tener
especial cuidado con los bagazo de cerveza, ensilaje, heno, pulpa de remolacha)
ya
que pueden contener toxinas fúngicas que pueden ser transmitidas a la leche.
3.3 Asegurar la trazabilidad de los alimentos adquiridos fuera de la explotación
3.3.1 todos los proveedores de alimentos para el
ganado deben tener un programa de
aseguramiento de la calidad aprobado
Cuando se
adquieran alimentos fuera de la explotación,
asegurarse de que el proveedor tiene
un programa de aseguramiento de la calidad,
que puede controlar residuos y
enfermedades y que puede hacer el seguimiento de los ingredientes desde su origen.
Pedir al
vendedor las declaraciones pertinentes.
3.3.2
Mantener los registros de todos los alimentos o
ingredientes de los alimentos
recibidos en la explotación (facturas detalladas o notas de entrega)
Tener un
sistema adecuado para registrar y llevar a
cabo el seguimiento de todos los
alimentos o ingredientes de los alimentos recibidos en la explotación. Asegurarse de
que se puede identificar y llevar a cabo el seguimiento de todos los
tratamientos aplicados a los
alimentos para los animales (incluyendo tratamientos a cultivos y a cereales).
4. Bienestar animal
El bienestar
animal es, esencialmente, la aplicación
en la explotación de prácticas sensatas y sensibles en el
cuidado de los animales. El bienestar animal se asocia principalmente con el buen estado de los animales.
En general,
los consumidores perciben las normas rigurosas de bienestar animal como un indicador de seguridad,
salubridad y gran calidad de los alimentos. Las normas de bienestar animal han sido incorporadas en la mayoría de los planes de calidad y seguridad de los alimentos en la explotación.
Los códigos de
bienestar animal enumeran generalmente cinco necesidades básicas que deben apuntalar las mejores prácticas en la explotación en relación con el bienestar animal. La satisfacción de
estas cinco necesidades cumple el objetivo general del bienestar animal.
Esta ficha describe las buenas prácticas agrícolas (BPA) para
el bienestar animal y están
expuestas para reflejar las cinco
necesidades básicas:
4.1. Asegurarse
de que los animales están libres de hambre, sed y mala nutrición
4.2.
Asegurarse de que los
animales está libres de incomodidades
4.3.
Asegurarse de que los
animales están libres de dolores, enfermedades y lesiones
4.4.
Asegurarse de que los
animales están libres de temores
4.5. Asegurarse de que los
animales pueden desarrollar las formas
normales de comportamiento animal.
4.1 Asegurarse de que los animales no pasan hambre o sed y que no están desnutridos
4.1.1 Suministrar, cada día, el
alimento y agua suficientes (forrajes y/o piensos)
Se debe
suministrar suficiente alimento a los animales, basándose en sus necesidades fisiológicas (de acuerdo con
su edad, peso corporal, estado de lactación, nivel de producción, crecimiento, preñez, actividad física y clima). se
debe tener en cuenta la calidad de los alimentos. si los
animales se encuentran en pastos de poca calidad podría necesitarse forraje adicional para cubrir sus necesidades.
Tomar en consideración la calidad y el contenido de nutrientes
del forraje fresco o conservado de
acuerdo a las necesidades de los
animales. se debe suministrar a los
animales una alimentación equilibrada (incluyendo suficiente fibra).
Los animales
deben tener agua limpia a su disposición.
4.1.2
Ajustar
las raciones y/o cantidades sumplementarias de alimentos para asegurar un suministro adecuado de agua,
pienso y forraje.
Se debe tener muy en cuenta el número de animales, sus necesidades
fisiológicas y la calidad nutritiva de los alimentos al
determinar las raciones. todos los animales
deben tener diariamente acceso a una cantidad suficiente de agua.
4.1.3 Proteger a los animales de
plantas tóxicas y de otras substancias dañinas.
Evitar el acceso de los animales a plantas tóxicas. No alimentar a
los animales con piensos enmohecidos.
Almacenar
cuidadosamente los productos químicos para evitar contaminación de pastos, y observar adecuadamente los
periodos de espera posteriores a los tratamientos de pastos y cultivos forrajeros.
4.1.4
Proporcionar un suministro de agua de buena
calidad, que deberá ser controlado y
mantenido regularmente
El ganado
debe tener libre acceso a la fuente
de agua fresca. Limpiar e inspeccionar
regularmente los abrevaderos o bebederos para asegurarse de que funcionan correctamente. El suministro de
agua debe ser el adecuado para cubrir los requerimientos de los animales, esto
es, se deberán llenar los abrevaderos con la frecuencia necesaria para evitar que
cualquiera de los animales del rebaño pueda
quedarse con sed. Deberán adoptarse las medidas
razonablemente posibles para reducir
al mínimo el riesgo de congelación o
recalentamiento del agua cuando ello sea necesario.
Los vertidos
de aguas residuales y de tratamientos químicos de pastos y cultivos forrajeros no deberán entrar en contacto con el
sistema de suministro de agua para los
animales.
4.2 Asegurarse de que los animales están libres de incomodidades
4.2.1
Diseñar y construir los edificios de forma que
estén libres de obstáculos y
peligros
Al diseñar y
construir los establos y/o los
recintos de ordeño se debe dar importancia
a la libre circulación de los
animales. Evitar callejones sin salida y vías de acceso resbaladizos y en pendiente.
4.2.2 Proporcionar espacios amplios y camas limpias
Evitar el hacinamiento de animales, incluso en periodos cortos de
tiempo. Los animales deben tener
camas limpias, tanto si éstas son de paja (o su equivalente) o hierba limpia.
4.2.3 Proteger a los animales de
condiciones climáticas adversas y de sus
consecuencias
En tanto sea
posible, proteger a los animales de condiciones climáticas adversas y de sus consecuencias. Esto incluye los
factores que provocan tensiones en los animales,
tales como condiciones meteorológicas extremas, insuficiencia de forrajes,
cambios no estacionales y otros factores que acentúen el frío o el calor. tener en cuenta la sombra
u otros métodos alternativos de disminución de la temperatura (por ejemplo:
nebulizadores y pulverizadores), el abrigo (por ejemplo: protecciones contra el
viento) y distribución de forraje adicional.
Tener planes
de protección contra desastres naturales, por ejemplo
contra el fuego, inundaciones, sequías, nieve, etc., en los que se
incluya la provisión de un terreno alto en caso de inundación, corta fuegos
adecuados y planes de evacuación.
4.2.4 Asegurar una ventilación
adecuada en los establos
Todos los
habitáculos de los animales deben estar adecuadamente ventilados, permitiendo un flujo
de aire fresco suficiente para evitar la
humedad, para la difusión del calor y para prevenir la generación de gases tales como el
dióxido de carbono, amoniaco y otros
gases nocivos.
4.2.5 Los suelos no deberán ser deslizantes
Los suelos
deben estar construidos de forma que reduzcan al mínimo el riesgo de
resbalones o contusiones debido a suelos no
nivelados. Los suelos no adecuados pueden inhibir la monta o causar lesiones durante el apareamiento.
4.3 Asegurarse de que los animales están libres de dolores, enfermedades y lesiones.
4.3.1
Disponer de un programa efectivo de gestión sanitaria
del ganado e inspeccionar
regularmente a los animales
Se debe controlar regularmente a los animales para
detectar cualquier enfermedad y/o lesión. Para más detalles, ver la Ficha
de sanidad Animal.
4.3.2 Proteger a los animales de cojeras
Los caminos,
patios, cubículos de ordeño y establos deben estar construidos de forma que se reduzca al mínimo la
incidencia de cojeras. se deberá alimentar a las vacas de forma que
se reduzca el riesgo de esta incidencia. Deberán investigarse las cojeras para determinar sus causas y ser tratadas adecuadamente.
4.3.3 Ordeñar regularmente a las
vacas en lactación
Establecer una rutina regular de ordeño que tenga en cuenta el
estado de lactación y que no cause excesivo estrés a los animales.
4.3.4 No utilizar procedimientos y
prácticas que puedan causar dolores innecesarios
El personal
que desempeña cometidos veterinarios debe demostrar su competencia, especialmente en aquellos procedimientos que
pueden causar sufrimiento al animal, por
ejemplo: descornado, castración, etc. Ceñirse a las leyes nacionales con respecto a éstas y otras prácticas (tales como: marcado con calor,
amputación de la cola, otras amputaciones, etc.). Es esencial una
buena higiene para procedimientos de tipo
quirúrgico. si fuera necesario, tomar en consideración alternativas para el
cuidado de los animales.
4.3.5 Seguir prácticas adecuadas
para la cubrición y destete
Desarrollar un
plan adecuado para cubriciones, que tenga en cuenta aspectos como la selección del toro (para facilitar la cubrición), tener instalaciones seguras
y mantener un control regular de los
animales para asegurar, si fuese necesaria, una ayuda rápida y experimentada.
Los terneros
deberán tener acceso al calostro tan pronto
nacen.
4.3.6 Establecer procedimientos
adecuados para la comercialización de
los terneros
Los terneros recién nacidos no deberán
ofrecerse para la venta hasta que estén suficientemente fuertes, (por
ejemplo: ombligo seco y peso corporal adecuado).
También se deberán respetar los requisitos adecuados para su
transporte y cumplir la legislación nacional si la hay a este respecto.
4.3.7 Evitar dolores innecesarios
cuando haya que sacrificar animales en la
explotación
Cuando sea necesario el sacrificio de animales enfermos, o de aquéllos que sufren,
deberá hacerse de forma que se eviten dolores
innecesarios.
4.3.8. Evitar malas prácticas de ordeño, que
puedan lesionar a las vacas
Las malas prácticas de ordeño pueden afectar al bienestar de las vacas y su producción. El equipo de ordeño debe ser revisado y mantenido regularmente.
4.4 Asegurar que los animales están libres de temores
4.4.1
Asegurar la capacitación y técnicas de manejo
adecuadas para el cuidado de los
animales
El buen cuidado de los animales es un factor clave en el bienestar animal. El bienestar
de los animales se verá comprometido si no reciben
un cuidado competente y diligente.
El personal
debe ser capaz de:
·
Reconocer si los animales tienen o no una buena salud
·
Comprender el significado de cualquier cambio en su comportamiento
·
Saber cuando es necesario un tratamiento veterinario
·
Implantar
un programa de gestión sanitaria del ganado (por ejemplo: tratamientos preventivos o programas de vacunación si
fuesen necesarios).
·
Implantar programas adecuados
para la alimentación y pastoreo de
los animales.
·
Reconocer si el entorno general (interno o
externo) es el adecuado para fomentar
bienestar y buena salud.
·
Tener la capacitación adecuada, a medida de los requisitos técnicos
del sistema de producción, y
·
Cuidar a los animales con sensibilidad y de
forma apropiada, anticipando
potenciales problemas y desarrollando las acciones
preventivas necesarias.
El personal
debe conocer y cumplir todas las normativas
nacionales y las normas de la industria, relativas a la seguridad y la calidad del producto, etc. se deberá asegurar el
mantenimiento de registros que demuestren el cumplimiento de la legislación o de los planes de aseguramiento.
El personal ya involucrado en el cuidado y gestión de
los animales debe mantenerse al día
sobre los avances tecnológicos que puedan prevenir o corregir problemas de bienestar animal.
4.5 Asegurarse de que los animales pueden desarrollar las formas normales de comportamiento animal.
4.5.1 Disponer procedimientos de manejo y
gestión del rebaño que no interfieran su
actividad social
Las vacas son
animales gregarios. Los procedimientos de manejo
y gestión que se utilicen no deberán interferir innecesariamente su
actividad social, por ejemplo posiciones para dormir o para
aparearse. Esto también significa que deberá
proporcionarse un espacio suficiente.
Durante la inspección
diaria de los animales se deberá comprobar
cualquier comportamiento anormal de los
mismos.
Asegurarse de
que cada animal tiene un espacio adecuado para
alimentarse convenientemente y que realmente se alimenta. La falta de
apetito puede ser un síntoma que
anticipa una enfermedad.
Se deberá manejar y
cuidar a los toros de reproducción de forma que generen un buen carácter.
5. Medio ambiente
Los consumidores
están cada vez más preocupados porque la producción
de alimentos sea desarrollada en
armonía con el medio ambiente. Para
resolver estas preocupaciones es
importante que en las explotaciones lecheras se produzca leche de forma que se reduzca al mínimo cualquier
daño al medio ambiente. La mayor fuente potencial de daños al medio ambiente es la contaminación
causada por el estiércol, los purines, los
jugos de ensilaje, etc.
Las buenas prácticas agrícolas (BPA) sugeridas para
el medio ambiente están desarrolladas bajo los siguientes encabezados:
5.1. Disponer
de un sistema adecuado de gestión de residuos
5.2. Asegurarse
de que las prácticas de la explotación lechera no tienen efectos adversos sobre el medio ambiente local
5.1 Disponer de un sistema adecuado de gestión de residuos
5.1.1
Asegurarse de que se almacenan los desperdicios
de forma que se reduzca al mínimo el
riesgo de contaminación del medio ambiente
La ubicación
de los lugares de almacenamiento de los residuos, por ejemplo depósitos de
purin, estiércol, etc., deberá ser elegida convenientemente. se deberán Inspeccionar regularmente los depósitos
de estiércol y purines para detectar señales de fugas e impedir fallos estructurales con el fin de reducir al mínimo el riesgo de que los residuos contaminen el medio ambiente. Asegurarse de que otro
tipo de desperdicios, como
envoltorios plásticos, sean adecuadamente eliminados para evitar la contaminación del medio ambiente.
5.1.2 Gestionar los pastos de forma
que se eviten las emisiones resultantes del
esparcimiento de los estiércoles de la explotación, de acuerdo con las condiciones locales
Observar las condiciones atmosféricas y el tipo de
suelos antes de esparcir estiércoles.
utilizar las medidas apropiadas, por
ejemplo: ampliar las zonas barrera,
para prevenir que el estiércol entre en los cursos de agua.
Considerar la adopción de una plan de gestión del estiércol
en el que se identifiquen las áreas
de la explotación en las que exista
un riesgo elevado de contaminación. Para
esparcir el estiércol, se deberán observar los plazos y dosis reglamentadas.
Todos los
residuos orgánicos, incluyendo los purines, deben ser esparcidos tan pronto como sea aconsejable, teniendo en
cuenta las condiciones del suelo y
las condiciones meteorológicas
predominantes. No se deberá esparcir
estiércol en suelos encharcados, suelos
helados o en donde exista riesgo de filtraciones.
Un sencillo plan
de gestión de residuos ayudará a identificar cómo, cuándo y en qué medida se deberá esparcir el
estiércol, los purines y otros desechos orgánicos para reducir al mínimo el
riesgo de contaminación.
Los planes de
gestión de residuos deben ser concebidos teniendo en cuenta lo siguiente:
·
Evitar la posible contaminación de los cursos de
agua, embalses, lagos, depósitos,
pozos, manantiales, aguas subterráneas (suelos poco profundos, rocas fisuradas).
·
Evitar
una posible contaminación de áreas naturales (por ejemplo: bosques, zonas en las que están protegidas la flora o la fauna).
·
Asegurar
que existen zonas barrera adecuadas (áreas de no
dispersión) cerca de las áreas
vulnerables (por ejemplo: fuentes de agua, áreas naturales).
·
El
momento del año y el nivel de la concentración
de aplicación sobre suelos en
pendiente, suelos pesados o impermeables y áreas susceptibles de inundación.
·
Los
niveles óptimos de aplicación en áreas donde los suelos tienen altas condiciones de fertilidad (por
ejemplo: suelos con alto contenido en fósforo).
·
El estado del suelo y las
condiciones meteorológicas existentes en el
momento de la aplicación e
inmediatamente posteriores (hielo, suelos helados, fuertes lluvias, suelos saturados).
·
Los controles medioambientales nacionales y regionales.
5.2 Asegurarse de que las prácticas en la explotación lechera no tienen efectos adversos sobre el medio ambiente local
5.2.1 Retener los vertidos en la explotación
Los ganaderos deben adoptar sistemas que eviten la contaminación del medio ambiente
local.
Las
instalaciones para el almacenamiento de aceites, jugos de ensilaje, aguas
sucias y otras sustancias
contaminantes deben ubicarse en sitios seguros y se deben tomar precauciones para asegurar que
posibles accidentes no den como
resultado la contaminación de las fuentes locales de agua.
Evitar el
uso o la eliminación de los
productos químicos agrícolas o veterinarios en
lugares en los que, a través de drenajes, aguas superficiales o aguas subterráneas, puedan pasar al medio ambiente local.
5.2.2 Utilizar los productos
químicos (fertilizantes, productos químicos veterinarios y agrícolas, pesticidas, etc.) de forma adecuada para evitar la
contaminación del medio ambiente local
En el término
"productos químicos agrícolas" están incluidos los productos químicos de uso en la explotación (por ejemplo: sustancias a pulverizar en los
pastos y herbicidas) así como
detergentes y productos sanitarios utilizados en la lechería. Asegurar un
almacenamiento seguro y protegido, alejado de la lechería.
Utilizar, en la lechería y en el resto de la explotación, solamente productos químicos registrados; leer la
etiqueta y seguir estrictamente las instrucciones, observando rigurosamente el cumplimiento
de los períodos de espera.
Asegurarse de que se realiza una eficaz eliminación de los productos químicos defectuosos o caducos, así como
los recipientes vacíos.
5.2.3
Asegurarse de que la apariencia general de la explotación lechera es la adecuada para un establecimiento en el
que se obtienen alimentos de alta calidad
Con el fin de limitar el impacto potencial
adverso respecto al paisaje y proporcionar
una imagen positiva de la producción
lechera, los ganaderos deben asegurarse de que
los caminos de acceso y los alrededores de la explotación están limpios, que se observa un correcto mantenimiento de las instalaciones y que los caminos
utilizados por los animales están
libres de vertidos.
HECTOR JAIME ARICAPA GIRALDO.
Revisón Bibliográfica:
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